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BROndon Calling y demás mierdas. Segunda parte.

  • ¡Oye Bro, tengo una idea pistonuda!
  • A ver, sorpréndeme.
  • Vamos a escribir la entrada como si aquí no hubiera pasado nada, sin ninguna clase de saludo especial. ¡Así la gente no se dará cuenta de que llevamos eones sin escribir ni frostis!
  • ¡ERES UN PUTO GENIO!
  • FUCK YEAH!

Bueno, bueno, bueno, muchachotes, aquí estamos los Bros del lugar con Nuere al aparato dispuestos a seguir contandoos como fue nuestra fantabulosa aventura en tierras londinenses. Así que coge el bombín, cálzate ese monóculo y prepara a leer este texto con el mejor acento british que tengas, WANKER!

Como ya sabréis, o no, mi Bro Gartzolicious está haciendo las Américas versión moderna, que es básicamente irse a Londres a ver si encuentra curro (y ya que está, una putica que le cuide (siempre que me pase mi examen psicotécnico, claro (la putica, mi Bro lo pasa por debajo de la pata (Tengo ganas de abrir un cuarto paréntesis, que me está quedando chuli este invento (jiji (si se rie jiji la chupa (¡pues que claro que la chupo!))))) (A ver que cuente si llevo bien el número de paréntesis))). ¡TOMA MORENO, OCHO PARENTESIS, NIU WOL RÉCORD! Récord de suPnormalidad, quiero decir.

35 neuronas menos.. ¡Y BAJANDO!

35 neuronas menos.. ¡Y BAJANDO!

Por donde iba (joeee, sí que volvemos con fuerza), ah sí. Pues eso, como mi Bro ya estaba instalado en Londres, me tocaba a mí hacer el petate e irme al aeropuerto de la ciudad más bonita del mundo (Bilbao, no Londres). Iba yo con mi jersey de los Packers, a ver si veía a algún otro colgado rumbo a Londres pero nada, ni un alma. Ni siquiera chavalitas dables en el avión. Desastre. Así que llegué a Heathrow, sin mayores contratiempos, me hice un par de pajas en honor a un colega jmuy fan de los aeropuertos y puse rumbo a Fulham, donde me esperaba mi colegui de aventuras, mi luna y mis estrellas, mi compañero de Golden Gates y Eiffel Towers.

Después de enseñarme su pisito molongui donde estaba viviendo, y tomarnos una birrilla (que yo ahora soy muy macho y bebo cerveza), ya que estábamos, nos fuimos el trío vascongado a cenar con unos amiguetes míos que tengo yo en Londres. Uno de ellos, cuyo nombre no diré pues cuida mucho de su imagen en las redes sociales y aparecer en este blog puede hacer que caiga al más infecto de los barros, me había recomendado una hamburguesería en la que servían “la @BarRefaeli de las hamburguesas”. ¡ojo!

A ver, más grande: ¡OJO! ¡OJO! ¡OJO! Los que me seguís en Twitter (un aplauso desde aquí, valientes que aun os mantenéis incluso a pesar de las mil gilipuarteces) sabéis que Bar y yo mantenemos una relación… complicada. Ella cuelga fotos en Instagram en las que sale con un nivel de dabilidad que se out of charts, yo le digo que está muy buena, ella pasa de mí, yo me cago en los cielos, aparece Karlie Kloss con una foto nueva, le declaro mi amor, en mi cabeza Bar se pone celosa, aparece mi bro sureño @Caleion para decirme que KK es suya, Bar sube otra foto… En fin, el amor, chicos, que es un mundo muy complicado… Todo este tostón para decir que a mí ♥Bartxu♥, porque yo la llamo ♥Bartxu♥, me pone a más no poder. O sea, RRPRRRRÁ elevado a la brutalisima potencia. Así que prometerme una hamburguesa que era “la @BarRefaeli de las hamburguesas” (así, literal, con arroba y todo (mi amigo anónimo, a pesar de su imagen social tan cuidada, también es bastante supnormal, se ríe por lo bajini en el curro mientras juega al #Triviados y tal)) era algo muy a tener en cuenta. Y ahí que fuimos, el trío más mis dos colegas en busca de la hamburguesa BarRefaeliesca. Sin embargo, el destino es caprichoso y no quería que paladease semejante manjar, al menos no sin esperar ¡DOS HORAZAS! hasta que tuviésemos mesa. Pero no pasa nada, nos fuimos a tomar una birra y pista.

No lo decimos nosotros, lo dicen las pancartas... hechas por nosotros.

No lo decimos nosotros, lo dicen las pancartas… hechas por nosotros.

Charlamos, nos pusimos al día, todo guay, y por fin pudimos ir a cenar. Combo de hamburguesa con patatas fritas, aderezadas con romero, que estaba jodidamente bueno, la verdad. En un estado estomacal mucho más adecuado nos fuimos a gozar un poco de la noche londinense. Nos os narraré toda la noche, que bastante peñazo llevo ya. Solo diré que hubo más cervezas (checas, japonesas, españolas (sí, vete a Londres para tomar una puta Estrella Damm (Yo no, ¿eh?)). Ahora que lo leo, que pena que fuesen cervezas y no zorrillas), mariconas que bebían mariconadas, grupos de mujeres que te pueden comer, bares de jevis, más cervezas, uno del Atlético de Madrid que portaba muy orgulloso su camiseta, una amiga suya que tenía un apretoncete (apretoncete, dígase de la que no está mal, pero tampoco es la repanocha. Vamos, que tú le dabas, pero tampoco te ibas a esforzar demasiado por conseguirlo (¡MIS COJONES QUE NO!)) y una vuelta a casa en bus… Por no olvidar la odisea de hinchar el colchoneto teniendo uno de los dos agujeros sin cerrar. ¡NIVEL BROs!

El domingo amaneció poco a poco. Con calma, sin prisas, tranquilamente. Mi Bro y yo teníamos planeado llegar a Wembley sobre las 14:00 hora zulú para ir metiéndonos en el ambientillo, mientras que la Lady, que es un poco pussy, pasaba de esas mierdas y tenía claro que iría directamente al partido. En su defensa diré que… ¡JAJAJAJAJAAJAJ EN SU DEFENSA DIGO, LO LLEVA CLARO! Ejem. Pero antes de todo eso nos fuimos a tomar un brunch. Bueno, bueno, bueno, pensaréis, vaya par de maricones. Pues no. Porque fue un brunch en plan BROs. Guy love, #NotGayAtAll y eso. Nos comimos los huevos, pero nada más. O sea, los huevos de gallina, no el sacrosanto lugar donde nuestro néctar del amor se almacena en forma de grumo. La verdad es que los susodichos huevos estaban muy buenos. Y este comentario tan sacable de contexto me recuerda lo dura que es la vida de los tíos a los que nos gusta el pepino. El pepino hortaliza, el cucumis sativus. No podemos ir diciendo, “pues a mí me encanta el pepino y cuanto más crujiente mejor” porque no, porque a mí me dicen eso y soy el primero en descojonarme, así que imaginaos si lo digo yo. La única vez que hablé con libertad sobre mi amor por los pepinos, la hortaliza, fue con una zagala y ella compartía mi opinión con frases tipo “sí, a mí me encanta el pepino”. No os podéis imaginar lo que me costó contenerme. En fin, además de la calidad culinaria, el sitio estaba lleno de pijas londinenses del barrio de Chelsea, braguetazos en potencia. Lo cual siempre ayuda.

Agüela, ¿A usted como le gustan los huevos?

Agüela, ¿A usted como le gustan los huevos?

Pero bueno, volviendo al partido (Aaaaahhh, que esta entrada va de un partido…), mi Bro y yo nos dirigimos rumbo a Wembley con los nervios previos normales en unos jóvenes y núbiles muchachos como nosotros. En el metro poco a poco íbamos viendo más jerseys y después de la clásica maniobra de “salgo del metro como que no quiere la cosa porque me he colado, pero oh espera, que no, que no nos hemos colado, así que vuelvo a entrar, pero a otro vagón, como que no quiere la cosa de nuevo” a la que llamaremos “the Brows in the tube move”, por fin llegamos a Wembley. La salida de la estación, como siempre, espectacular. Llegamos a las dos en punto y ahí estaban @Jmx_Smoke14 y @dikzaragoza, con sus jerseys de Patriots y Steelers respectivamente, esperándonos. Y por ahí anduvimos, riéndonos de Sánchez y de los que llevaban su dorsal, de los Ponderfull of fat a los que costaba más saltarlos que rodearlos y de ciertos sombreros gomaespumicos de dudoso valor estético.

No quisimos tomar parte en los drills  que había montados, porque tampoco había que humillar a los pobres pánfilos que estaban ahí haciendo el ridículo. Vale que no aciertes en el agujerito, tron, pero colega, ¡qué has lanzado el pase fuera del puto recinto! Me sorprendió ver varios tipos de pruebas que no recordaba de la anterior vez. Pases, kicks y snaps. Y mirásemos donde mirásemos ni uno atinaba. Tras una cervecita a precio de grumo de BROs tranquilamente sentados en un prao, nos separamos de @Jmx_Smoke14 y @dikzaragoza y nos pusimos a pajarear por los aledaños. “Pues yo a esa le daba”, “Ojo a esa patriotilla que le clavaba todo mi mástil”, “¡Ni una sola vaquera a la que domar con mi lazo, BRO!”, “¡Pues en Wisconsin solo hay vacas y gordas, BRO!”… Las clásicas conversaciones de BROs, a ver si os vais a pensar que estamos siempre hablando de cosas cultas…

Metes cuatro filtros y ya eres fotgrafo po'fesional

Metes cuatro filtros y ya eres fotgrafo po’fesional

Ya por fin entramos en Wembley, que sigue siendo una pasada, aunque no alcanza la magnitud del nuevo San Mamés (de Bilbao de toda la vida, pues). Teníamos unos sitios similares a los de la última vez que estuve (El Denver Broncos “@” San Francisco 49ers, con Tim Tebow (¡OJO!) y Troy Smith (¡DOBLE OJO!) a los mandos de las ofensivas). En uno de los fondos, lo más escorados posibles. Disfrutamos del carrerón de Adrian Peterson, un TD de Le’veon Bell (putos nombres de negros) con voltereta incluida, la recepción de Greg Jennings y ese drive final tan de Big Ben que acabó con fumble. Del partido poco voy a decir, pero a mí me encantó. Los que digan que fue una mierda será que han visto mucho football, pero para mí tuvo emoción hasta el final y eso es lo que cuenta. Vamos, ese último drive con Big Ben lanzando pases a diestro y siniestro, con los BROs instándole a gritos para que hiciera el spike más rápido (puede que también le llamáramos puto gordo en el proceso, quien sabe) no me lo quita nadie. En los detalles técnicos no vamos a entrar, que ya sabéis que somos unos inútiles y no tenemos ni idea, pero simplemente nos sorprendió lo cerca de la caja que jugaban los safeties de Pittsburgh, supongo que siempre pendientes de AD.

Por supuesto cumplimos la tradición de llevar pancartas molonguis, que posiblemente ya habréis visto por Twitter. En una de ellas alabábamos las virtudes de Christian Ponder (y no me refiero a su supuesta belleza, según cierto sector femenino) y en la otra hacíamos un llamamiento a la cordura en el podcast de @FootballSpeech. Los que estaban a nuestros alrededores coincidieron en que éramos los mejores del lugar. Que sí. Que lo dijeron. ¡PERO QUE ES VERDAD!. Pero la puta realización no nos enfocó, porque prefería centrarse en garrulos disfrazados de vikingos y putillas dables. Muy injusto todo.

¿Has dicho cereza?

¿Has dicho cereza?

La vuelta a casa fue tranquila, paciente y poco a poco. En el metro un par de aficionados a los Steelers lloraban sus penas, pero se consolaban con que Baltimore apestaba… Mi pobre Bro sufría sin saber lo que hacían sus Cowboys, aunque un afable vejete le había spoileado que al menos un TD habían anotado. Esto me recuerda lo que me sorprendió el número de personas mayores con jerseys, más o menos antiguos, de fútbol americano. Una pasada, vaya. Siempre es bueno que la afición perdure, pero vaya, me chocó ver tanto abuelete en Wembley disfrutando de la jornada.

Por fin llegamos y nuestros temores se hicieron realidad. Queríamos disfrutar del partido de los Cowboys usando mi cuenta de Game Pass, pero mi Bro creía que ese partido lo daban por Sky, por lo que la señal del Game Pass estaría bloqueada… Y así  fue. Así que nada, un stream para ver el final, con toda la desesperación, ira, enfado y mala uva que eso le causó a mi pobre chicovaca preferido… Mientras, Amidala y yo nos reíamos por lo bajini, sin que se diera cuenta para no cabrearle más, y consultábamos nuestras fantasys en busca de la victoria (Que en mi caso llegó, en las dos ligas además).

Para cerrar la noche nos vimos el último capítulo de IT Crowd, tan maravilloso como siempre. Un final muy guay y muy bonico porque además fue una de las primeras series, si no la primera, que me pasó mi Bro allá por los tiempos universitarios… Seguimos un poco el partido entre Patriots y Falcons, pero yo estaba ya para irme a la cama. Gartzo, en cambio, se quedó, que quería ver el finalaco de Breaking Bad en directo. Al final no pudo ser, que no encontró enlaces de calidad.

Y ya el lunes a la mañana pues mariconeamos un poco por Londres, fuimos a la tienda de Nike, hicimos el tonto con los cascos, nos comimos unos pancakes muy sabrosos y para terminar hicimos la paradita obligatoria en Forbidden Planet, donde añadí un par de piezas a mi ya de por sí abultada colección. Cualquier día me echan de casa. No, mis padres no, los miles de cómics que tengo…

Y ya que estamos os cuento también el viaje de vuelta, sin problemas, con una milf argentina, creo, muy dable, otra chavalita de fuera de la UE con un apretón gracioso y una azafata petable que también cogió el autobús desde el aeropuerto. Autobús en el que también iban un Clay Mathews III y un Andrew Luck, por cierto. Yo era el idiota que andaba tuiteando sobre el azafato maricón y riéndose por lo bajini.

Maravilloso fin de semana, como no podía ser de otra manera, en el que vimos jugar a Adrian Peterson, Troy Polamalu, Big Ben y Jared Allen entre otros… Casi nada. ¡Ahora cuando abra un blog llamado “Yo vi jugar a Adrian Peterson” sí que será verdad!

Como la nueva interfaz de WordPress es mierda pura, os quedáis sin video insertado. Pulsad aquí, motherfuckers!

Cool! Cool cool cool!

Entrevista a Bill Belichick (por @Jmx_Smoke14)

Hola a todos. Después de la resaca del partido en Londres, del que tenemos la review en camino (dejad de reíros coño, que va en serio), os traemos una entrevista que nos ha mandado el amigo Josemix. ¿Veis? así funciona esto, cuando el blog está triste y taciturno, lo que tenéis que hacer es compartir vuestras vivencias footballeras. Nosotros haríamos lo mismo por vuestro blog… previo pago, claro.

Como en el fondo somos almas generosas hemos creído conveniente no solo publicárselo sino que además, hemos mandado a nuestro amigo una foto nuestra dedicada, en pelotas. Tócate lo justo Josemix, y enmárcala. Os dejo con él:

Pues a mi Zaragoza me huele raro…

«No os lo vais a creer pero hoy, en un centro comercial de Zaragoza, cuando pasaba delante de una outlet de El Corte Inglés, me he encontrado con Bill Belichick. Si si, el puto lord oscuro, el mismísimo Bill Fucking Belichick. Al principio se hacía el loco y no lo quería reconocer pero le he dicho que llevando una sudadera con las mangas recortadas es imposible que pase desapercibido para un Patriot Fan. Así que tras mucho insistir y tras esperar que terminase de pagar en caja un pack de 3 pares de calcetines Boomerang, conseguí llevarlo a un bar cercano para poder hacer esta entrevista para el Monday Night Blog.

-En primer lugar, muchas gracias Mr. Belichick por aceptar esta entrevista. La primera pregunta es evidente, ¿que narices hace usted en una tienda outlet de Zaragoza?

-Me gusta aprovechar las oportunidades que ofrecen estas tiendas, comprar lo que nadie quiere.  Siempre puedes encontrar algún chollo tirado de precio que te puede sacar de un apuro. En esta no había estado y como tenía un rato libre, me he acercado a ver si cae algo.

-Pensaba que lo de la ropa vieja solo era una pose para la banda, pero veo que no. Por cierto,  se puedes quitar la sudadera que estará más cómodo, que estamos a 30 grados…

-Tranquilo, estoy bien, además Winter is Coming.

-Vaya, ¿veo que es fan de Juego de Tronos? ¿Qué personaje es su favorito?

-Si, estoy enganchado. El enano es el puto amo y Hodor también me gusta, me recuerda a Solder.

-No pensaba que fuera de series.

-Empecé hace unos años. Tenía un montón de cintas de video en el despacho que había que reciclar y me dio por grabar series de la tele.

-¿Alguna que me recomiende?

-¡Buah, muchas! Firefly, Heroes, Las Crónicas de Sarah Connor, Alcatraz, Flash Forward , The Chicago Code, Luck

-¡Menudo ojo! ¿Alguna que no fuese cortada, digoooo cancelada?

-Siempre me gustó mucho Betty la Fea, ¿cómo la gente no podía ver el bellezón que ocultaba esa chica? Yo enseguida vi su belleza oculta, pero en la serie les costó descubrirlo.

-¡Es usted un hacha! ¿Tiene alguna afición más que desconozcamos, aparte de las series?

-Si, soy criador de perros.

-¡Mira!, ¿como Cesar Millán?

-Algo parecido, en realidad me dedico a criar chihuahuas para convertirlos en rottweilers.

-¡Que me estás contando!

-¡Eh! Que no se me da mal. No serán pura raza pero dan el pego. Una vez conseguí vender una camada entera a un tipo en Atlanta.

-Menuda locura…

-No, locura es lo que hace McDaniels.

-Cuente, cuente.

-El muy bestia se dedica a criar patos…

-No me parece excesivamente raro.

-…¡para convertirlos en perros!

-Vale, eso sí que es raro. ¿Pero de donde ha sacado esa idea?

-¡Y yo que sé! Volvió de Denver con esa idea en la cabeza. Creo que la altitud y la falta de oxígeno le afectaron.

-¡Vaya tela!

-Este verano se trajo un pato a los training camps y allí estuvo dale que te pego.

-¿Se lo llevó a los TC? ¿Y usted se lo permitió?

-Hombre, al principio nos hizo gracia. Le puso nombre y todo, Timoteo.

-Menudo nombre

-Si, es bíblico.

-Lo siento yo soy más de El Jueves.

– Y yo del Necronomicón, pero me lo explicó un periodista de ESPN. Bueno, que me voy por las ramas, lo que te contaba. El caso es que tú lo veías y allí estaba Josh todos los días con el pato:

    -Timoteo di guau, di guau, guau, guau, guau

Y el puto pato pues claro, le contestaba:

    –Cuac, cuac, cuac, cuac, cuac…

Ya te digo que al principio hace gracia, pero cuando ya llevaba 4 semanas con el experimento lo que daba era vergüenza ajena.

-¿Y cómo solucionó la papeleta al final?

-En un momento que dejó solo al pato, lo agarré y lo metí en la taquilla de Wilfork y…

  

-No siga, me imagino el resto. Pero hablemos ahora de cosas más importantes, ¿la Bündchen que tal?

-Pffff ¡Daría una 1ª ronda por ella sin dudar!

-Jo-der, palabras mayores viniendo de usted.

-Este verano tuvimos que elegir. Si seguía Welker, ella no se acercaba ni a 10 km. del estadio. Así que hicimos lo mejor para el equipo, está claro.

-La verdad es que viendolo así, casi que entiendo que al final acabase con Frenteancha. Le noto distraido, ¿que está mirando?

-A la chavalilla de allí con los shorts esos que parecen un cinturón, ¡MAMMA MIA!

-¡Por el amor de dios! ¡Que tendrá 16 años como mucho!

-No hay que ver lo que hay ahora sino lo que será en el futuro. Talento entrenable amigo mio, talento entrenable.

-Esto se nos va de las manos, será mejor que lo dejemos. Ha sido un honor conocerle Mr. Belichik, permita que le bese los anillos para despedirme.

-Un placer, ¿te vas a comer la última patata?

-Es toda suya

-Gracias, pero pagas tú, eh!»

Esto es todo amigos. ¿He dado las gracias ya a Josemix? Mil gracias por esta exclusiva. Como veis, el bueno de Bill siempre tiene apuntes interesantes para los fanses. No dejéis de esperar, nos leemos pronto.

El football y yo [By Totto]

Decir que se está haciendo duro vivir sin nada de football es quedarse extremadamente corto. Algunos ni me veréis decir chorradas por el Twitter, pero es que es meterme y recordar esas tardes de domingo, celebrando touchdowns y riéndonos de Tebow y RomoSig, eran buenos tiempos.Hoy contamos con nuestro buen amigo Totto, colega sudamericano, concretamente de Venezuela, que nos va a hablar sobre su entrada en el mundillo. A Totto le conocemos, como no, del maravilloso mundo de la internei, y el muy cabrón siempre nos da envidia con la nutrida programación televisiva footballera de la que goza por esos lares. Y además, ¡a unos horarios decentes! Pero como el mundo es justo, dice ser un fan de los Patriots y de los Bears (así es la vida), así que yo ya me he vengado con la vergonzosa derrota de sus equipos, uno de ellos a mano de los Packers.

Sin más dilación, os dejo con su texto:

Go Niners!

El futbol americano estuvo presente de forma variable en mi infancia, todo gracias a un tío que es fiel seguidor de los 49ers, este siempre se vestía de forma extraña en tiempo de temporada, se pintaba la cara e iba a ver los juegos con sus colegas, situación que de pequeño me llamo mucho la atención, joder, ver a un adulto vestido de rojo y dorado, gritando y bebiendo era una escena poco común, otra cosa que recuerdo era cuando mi familia iba en plan de almuerzo a su casa los domingos, era gracioso observar a mi tío hablando de fútbol americano con mi padre y este ultimo nunca entendía de cómo iba el deporte, al final todo terminaba con mi tío explicando nuevamente las reglas… jajaja

Al crecer lo del futbol americano no fue amor a primera vista, iba al bachillerato y jugaba al futbol soccer, veía el futbol europeo y me hice seguidor del Valencia, aunque mi abuelo me decía que tenía que ser seguidor del Celta de Vigo (mis abuelos son gallegos, tengo familia en Ferrol), tanto el futbol soccer y el béisbol representaban los deportes a los que tenia cierto fanatismo. Un día un compañero del liceo llevo un balón de fútbol americano, jugamos al futbol por varias semanas, y al final resulto que era un bueno haciendo tackles, todo esto genero múltiples charlas sobre el deporte y todo derivó en reuniones para ver los partidos de la NFL y el fútbol americano de la NCAA, tenía alrededor de 14 añetes, y me hice seguidor de los Patriots New England, equipo de moda de la época, me gusto la historia de película de Brady y la fama de genio loco de Bill Belichick.

- Coach, todavía no entiendo de que va esto... - ¿¿Nunca viste el Titanic, Tom??

Me baje y estudié el libro de jugadas, y tratábamos de imitarlas entre nosotros, todo se volvió en un culto, pasó el tiempo, mucho tiempo en el gimnasio y algunos del grupo del liceo fuimos a probar en un equipo amateur de la zona, luego de ese día se me paso la idea de seguir practicando dicho deporte… recibí mas golpes que gata ladrona, hacía mis tackles y no generaban los mismos resultados que contra mis amigos, oye, era (soy) de estatura baja, pero gracias a las pesas era muy fornido, pero naaaa… creo que mi condición física solo estimulo a la golpiza que recibí ese día… jaja, al finalizar el entrenamiento el coach selecciono a un grupo para ir otro día, estaba entre los seleccionados, pero sin pensarlo decliné la oferta, era muy listo y poco masoquista para seguir con dicha carnicería, luego seguí viendo los partidos de la NFL y la NCAA con mis colegas y mi tío! El cual me adopto como compañero dominguero pa’l futbol… en la actualidad sigo viendo partidos con mi tío, pero por lo general lo veo con un par de amigos fieles al deporte o en un bar deportivo que posee un estilo norteamericano muy acogedor…

Y eso es todo por hoy. Esperemos que hayáis disfrutado del punto de vista de un seguidor del otro lado del charco, que siempre viene bien. Es posible que sea el único que ha entrado a esto por un familiar, lo cual muestra como por allí la cultura de este deporte está más arraigada… pero bueno, ya seremos nosotros esos tíos que llenan a sus sobrinos la cabeza de jugadores, posiciones, y partidos a disfrutar. Todo bajo la atenta mirada desaprobadora de sus madres, claro, pero ¡no nos pararán!

Os recuerdo que podéis mandarnos vuestra historia pasándoos por aquí, que no queremos ir detrás de vosotros cual Cobradores del Frac.

Pero si tenemos que hacerlo, ¡lo haremos!


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